domingo, 11 de noviembre de 2012

Algunos pensamientos.

Mi revolución es la Alegría.
Eso quiero.
Una sociedad más alegre, más justa y con seres humanos más felices.

Un pueblo que se ríe es más dificil de oprimir, dice Boal.
Y Darío Fo, exige más sarcasmo para denunciar a los poderosos.

En la Risa hay una arma tremenda.
Sólo el hombre, como animal, es capaz de reconocerse en otro y juzgarse a sí mismo.
Ese es el sentido del teatro.
Si queremos que esos juicios contribuyan a hacer hacer hombres más felices y un mundo mejor, tenemos que, por un lado, creer que es posible.
No se puede hacer arte sin fe.

Segundo, hacer que el público vaya al teatro...

Y tercero, entregarle la posibilidad de que la risa lo sane a través de una catarsis.

En la brechtiana palabra de "entretención" parece estar la clave.

Para hacer comedia no hay que buscar historias interesantes, hay que volver interesante cualquier historia.
La más sencilla puede ser la mejor. Las grandes historias, casi siempre son trágicas.
Me resulta difícil contar grandes historias.
La tele se encarga de eso, emociona. Pone la Teletón. Todos lloramos.
Pero la risa nos ayuda a tomar distancia de los hechos, y nos compromete intelectualmente antes que emocionalmente.
Por eso es un arma poderosa.
Porque ayuda a pensar.
Y la gente lo que quiere, es reirse. Lo pide a gritos!




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